LA HUMANIDAD EVOLUCIONA, A PESAR DE TODO

Un discípulo se acercó al maestro:

-Ahora que he culminado mis estudios, me siento poderoso –dijo- con una sonrisa amplia.

El maestro mirándolo fijamente a los ojos respondió:

-Conocer no es poder amigo. Amar es poder.

Esta historia es discutible. ¿No lo cree? A lo largo de la historia de la humanidad se han venido sucediendo varios paradigmas, o modelos mentales, que han representado el poder. Así, desde que el ser humano existe, es decir desde que es “homo sapiens sapiens”, hasta la Revolución Industrial, es innegable que la fuerza física, o bruta, ha dominado en las sociedades. El más fuerte normalmente tenía el control. Este paradigma dominó desde la época de las cavernas hasta finales del siglo 18. Después de la Revolución Industrial, el paradigma migra hacia el dinero. Quien tenía dinero tenía poder, compraba fuerza y dominaba. No obstante, hacia 1950, el modelo empieza a caducar. Aquí sobreviene la época de la información y del conocimiento que, se constituyen en los nuevos poderes sociales. Así, los que tenían dinero y no se alineaban al poder científico y, fundamentalmente tecnológico, pronto no lo tendrían. A finales del siglo 20, el fenómeno de la calidad total, su influencia a nivel empresarial y la evolución de la conciencia de la humanidad, generan un nuevo desplazamiento del modelo: la ética. Los valores.

Pensadores y prospectivistas de reconocido prestigio mundial, como John Naisbitt, Patricia Aburdene o Alvin Toffler, se han pronunciado a favor de este esquema, que marca categóricamente cambios sustanciales en las mega-tendencias mundiales, a lo largo de la historia, y que genera una conclusión: existe un progreso innegable en la conciencia humana y en la calidad de vida.

Hoy, el ser humano es mucho más espiritual. Es más ecológico, más respetuoso con la vida humana y con la defensa de los animales, más crítico con los sistemas totalitarios y con los tiranos de turno. Es mucho más inclusivo, le repugna la guerra, el racismo y la injusticia. Aburdene (2010), habla de que la espiritualidad es actualmente una mega-tendencia y que se expresa a través de cinco principios básicos que hoy valora la sociedad: bienestar, conciencia, misericordia, vida con propósito y trascendencia.

Por supuesto que existen muchas y grandes excepciones. El que la mega-tendencia actual sea la ética, no significa que los problemas se hayan acabado. De hecho, los más de veinte muertos en las cárceles ecuatorianas en estos días parecen echar por tierra estas reflexiones, sin embargo, al mirar objetivamente, debemos distinguir entre la tendencia y las excepciones. Y, por ello, a pesar de estos crímenes brutales y de muchos otros, parece claro que el mundo evoluciona permanentemente hacia paradigmas más nobles.

Un Carpintero de Nazaret, hace dos mil años, afirmaba que el amor era la fuerza más poderosa del mundo. ¿Qué opina usted?

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